Es un artista visual nacido en San Diego, California, y criado en Tijuana, México, lo que le otorga una identidad binacional profundamente ligada a la vida en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos.
Esta experiencia transfronteriza ha marcado su vida y su obra, dotándola de una perspectiva única sobre la identidad y la pertenencia. Su práctica artística se centra en tres temas principales: la representación arquitectónica, la hotelería como escenario de historias y la neurociencia como terapia artística. Estos pilares conceptuales reflejan su trayectoria personal y profesional, fusionando su formación en arquitectura y diseño con su búsqueda de expresión artística y emocional.
Álvarez estudió arquitectura en la Universidad de Cornell, en Nueva York, donde exploró la relación entre la arquitectura y la neurociencia, incluso presentando investigaciones en el Instituto Salk en La Jolla, California. Tras graduarse, comenzó su carrera profesional en Rockwell Group, donde trabajó en importantes proyectos de diseño de hoteles en Manhattan, incluido el icónico 15 Hudson Yards. Su rápida ascensión dentro de la firma lo llevó a convertirse en uno de los supervisores de obra más jóvenes de la empresa, destacando por su capacidad de adaptación y su sensibilidad para interpretar las necesidades de los clientes y traducirlas en espacios memorables.
A pesar de su éxito profesional, Álvarez sintió el llamado hacia una expresión más personal y libre a través del arte. En 2020, en medio de la pandemia de COVID-19, decidió fundar su propio estudio de arte, consolidando su transición de arquitecto a artista visual. Su obra explora la relación entre arquitectura, memoria y emociones, utilizando la tinta como medio principal debido a su capacidad de fluir y adaptarse, simbolizando la libertad y el libre albedrío. La fluidez de la tinta refleja su propia experiencia de moverse entre dos culturas, navegando las complejidades de una vida marcada por el muro fronterizo.
El arte de Álvarez también está inspirado en la diversidad y la resiliencia de las comunidades marginadas. Le interesa narrar historias de personas empoderadas, incluidas mujeres, minorías étnicas, personas LGBTQ+ y otros grupos que enfrentan adversidad. Su intención es ofrecer una plataforma para estas voces a través de la representación arquitectónica y la narrativa hotelera, utilizando el arte como una herramienta para la reflexión y el diálogo. Su obra refleja no solo su habilidad técnica y sensibilidad artística, sino también su compromiso con la autenticidad y la conexión humana.