Ha realizado talleres de pintura con grandes maestros como Luis Nishizawa y Benjamín Domínguez lo que se nota en la variedad de su obra.
Sus mayores obsesiones son los colores y la figura femenina. En su obra predominan los trazos libres e improvisados así como la observación de pequeños detalles que completan la totalidad en su proceso de maduración como artista. Reyes ha logrado la abstracción de la mirada propia y ajena. Se puede apreciar en su obra toques surrealistas.
Es caprichoso al contemplar su trabajo, intenta que sea un placer al gusto. En cada obra de arte entrega el corazón y nos lleva a encontrar en cada trazo la descripción de la naturaleza de las cosas, de lo particular a lo general contextualizando en un todo, un universo, un espacio.